LOS TERCIOS


    Invencibles durante 150 años

EL GRAN CAPITAN

Gonzalo Fernández de Córdoba

padre de los tercios.


Oponiendo picas a caballos enfrentando arcabuces a piqueros/ Con el alma unida por el mismo clero que la sangre corra protegiendo el reino/ Aspa de Borgoña flameando al viento Hijos de Santiago grandes son los tercios/ Escuadrón de picas, flancos a cubierto, solo es libre el hombre que no tiene miedo.

 

Lucha por tu hermano muere por tu reino/ Libre por la paz en este gran imperio/ Nunca habrá derrota si nos hacen presos/ Solo tras de muertos capitularemos/ La gola de malla, chaleco de cuero, peto y espaldar me guardaran del hierro

Levantad las picas con un canto al cielo/ Nunca temeré si va en columna el tercio»

 




La eficacia de combate de los tercios hispánicos estuvo basada en un sistema de armamento que unía el arma blanca (la pica) con el potencial de fuego del arcabuz, tomando una síntesis completa de dualidad de infantería pertrechada con armas de fuego compactas. La superioridad del tercio sobre el modelo del cuadro compacto suizo estaba, por otra parte, en su mayor capacidad de dividirse en unidades más móviles hasta llegar al cuerpo a cuerpo individual. La fluidez táctica que favorecía la predisposición combativa del infante español.

 

Lo cierto es que desde la conquista de Granada (1492) a las campañas del Gran Capitán en el Reino de Nápoles (1495), tres ordenanzas sentaban ya las bases de la administración militar de los ejércitos españoles. En 1503, la Gran Ordenanza reflejó la adopción de la pica larga y la distribución de peones en compañías especializadas. En 1534 se creaba el primer Tercio oficial, el de Lombardía, y un año después ayudó en la conquista del Milanesado español. Los Tercios de Nápoles y Sicilia se crearon en 1536, gracias a la ordenanza de Génova, promulgada por Carlos I de España.

 


 

 

Este durísimo trayecto, llamado  el "camino español", que consistía en atravesar a pie una parte de la Europa central hasta llegar a Flandes, y que se empezó a seguir en el siglo XVI, partía desde Cartagena. Los tercios atravesaban en embarcaciones, preferentemente en galeras, una parte del Mediterráneo (tal y como puede apreciarse en la imagen inferior) hasta llegar al punto desde el que el trayecto se hacia terrestre (playa de Savona, en Liguria). Este dato ha sido obviado en pos de otras grandes urbes. Sin embargo, en la ciudad de Anibal todavía se conservan las huellas de ese acontecimiento, que otorgaba a Cartagena una vida y una importancia poco conocidas y estudiadas.

Retumban las pisadas de miles de hombres, vibran las ondas en los charcos de barro y chocan los palos de las picas al balanceo de los soldados. Es el paso de la vieja infantería española, que camina dirección a Flandes. Parten de Italia, cruzan los Alpes, y caen con estrépito sobre el corazón de Europa. Durante 55 años la infantería usó la misma ruta para llegar a las posesiones norteñas de los Austrias españoles: el Camino Español. Su pérdida en 1633 fue premonitoria, o quizás una de las causas, del derrumbe del Imperio español en Europa.

Guerra en Flandes

detallado documental donde conoceremos muchísimos datos y costumbres de aquel tiempo 


San Quintín


Batalla de Gembloux


Asedio de Castelnouvo


Rendición de Breda

LA BATALLA DE BICOCA


Batalla de Empel


Batalla de Pavía