Felipe II, un plan para la conquista de la China imperial

  • Jesús Maeso describe en 'La Caja China' el intento de expansión asiática del monarca

  • El primer proyecto de expedición a China fue ideado por López de Legazpi

  • El padre Alonso Sánchez ya solicitaba en 1582, 10.000 hombres para la operación

  • La derrota de la Armada Invencible en 1588 ante Inglaterra relegó la campaña

 
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Carta de Martín Enríquez de Almansa y Ulloa, virrey de México, a Felipe II

Lo de la tierra firme de la china es tierra tan larga y poblada, que de çien partes vna, que lo que dizen sea, parece que es otro medio mundo. Entiéndese dellos que admiten de mala gana que entren estrangeros en su tierra, y para esto era menester más gente y mejor que la que puede yr desta tierra, porque los nacidos en ella están poco abituados al trabajo, aunque también se entiende que la gente de la china, con tener armas y cauallos y artillería, tienen poco más ualor que los indios.

Así describía el virrey de México al monarca el español aquella tierra desconocida en una carta fechada el 5 de diciembre de 1573. La conquista de China fue una de las obsesiones de Felipe II, que vio en aquel continente una posibilidad de expandir la economía española y la religión del imperio. En ese sueño oriental de Felipe II se embarca Jesús Maeso de La Torre en La Caja China (Ediciones B, 2015). "Felipe II llevaba la doble cuestión, la cuestión económica y del poder y también como era el campeón de la cristiandad, la cuestión religiosa. Era la forma de pensar de la época. En aquel momento todo el mundo pensaba en la Iglesia, en Dios, era un mundo teocrático y él lo que quería era conquistar aquello pero también bautizar a muchísimos chinos", 

Tampoco los chinos sabían mucho de los españoles, prueba de ello es la expresión, "ojos de gato", empleada cada vez que se referían a los que aquí habitaban. "Nos llamaban bárbaros y ojos de gato sin saber que veníamos de la civilizada Europa. El emperador de china Wanli creía que los españoles veníamos del Golfo Pérsico",

 

A pesar del esfuerzo, las aspiraciones del monarca naufragaron con la derrota de la Armada Invencible ante Inglaterra (1588), con la que España perdió 20.000 hombres, 40 millones de ducados y 100 navíos.

 

Aunque el rey asumiera el fracaso y no se diera por vencido, como deja entrever en aquella mítica frase que pasará a la Historia, "una rama ha sido cortada, pero todavía está verde el tronco y puede producir otras nuevas", lo cierto es que China pasa a ser un proyecto irrealizable a consecuencia de la falta de medios y personal. Tal y como se tuvo, se esfumó, sin dejar ningún tipo de rastro.